jueves, 1 de agosto de 2013

Este regalo es para ti


Durante nuestra vida recibimos muchos regalos. No tenemos que hacer nada para merecerlos, la gente nos lo da porque nos quiere, así de simple.

Cuando nacemos nos regalan ropita de bebé, juguetes interactivos, sonajas y más ropita para bebé...
Cuando niños recibimos algunos juguetes y mucha ropa en nuestro cumpleaños, día del niño, navidad y hasta a veces, sin razón alguna.

Cuando mayores agregamos a la lista nuestros aniversarios y quitamos el día del niño, pero, como sea, siempre alguien nos regala algo...

Algunos regalos duran mucho tiempo y otros se van descartando.

Hay un regalo que se recibe una sola vez y dura para siempre. Es el regalo de la vida eterna.




La Biblia nos enseña que todos, sin excepción, hemos pecado de algún modo y por ello, estamos impedidos de llegar a la presencia de Dios porque nada contaminado con pecado puede estar en su Presencia…Lamentablemente desde que Adán se le ocurrió pecar, hemos arrastrado ese error hasta hoy. Nada de los que hagamos nos puede comprar ese “billete al cielo” pues no existe obra que pueda quitarnos el problema del pecado…Entonces la mala noticia es que no hay forma de pagar el precio para llegar a Dios…

¡Pero la buena noticia es que alguien ya pagó tu boleto! ¿Qué no te lo habían dicho? Dios mismo se encargó de pagar tu cuenta con la única moneda que podía valer lo suficiente: La sangre de su propio hijo. Jesucristo, hijo de Dios y Dios mismo, fue a la cruz por ti y por mí y pagó el precio. Desde ese momento único en la historia de la humanidad, la vida eterna junto a Dios es gratis, porque Jesús nos la regaló.
¿Y cómo obtienes ese regalo? Muy simple, de la misma forma que vienes recibiendo regalos desde que naciste: Aceptándolo.

Esto es una acción de tu propia voluntad, es como si estirases tu mano y lo aceptases. Esta sencilla oración que te propongo a continuación te servirá de ejemplo. El único requisito para llegar a Dios es la fe y la fe es creer que El existe y que premia a los que le buscan, así que…¡ahí vamos!

“Padre mío que estas en los cielos, santificado sea tu nombre. Reconozco que soy un pecador como todos los hombres, que he vivido separado de Ti Te pido en el nombre de tu hijo Jesucristo que perdones mis pecados. Me arrepiento de todo mal que haya hecho contra ti y acepto tu perdón.  Por la fe en la obra de Jesucristo en la cruz se que ya me perdonaste y que desde ahora tengo vida eterna junto a ti. Enséñame a vivir como quieres para que pueda recibir todo lo que tienes planeado para mí. Gracias por tu amor hacia mí, porque aunque todos me odiasen en el mundo, Tu amor para conmigo nunca acabará.
En el nombre de Jesús…Amen”

¡Felicitaciones, te has hecho acreedor a la vida eterna junto a Dios! ¡La aventura de tu vida a comenzado, porque Dios obra a cada instante y te mostrará cosas increíbles que tiene preparadas exclusivamente para ti!

Consejo de conejo: Búscate una Biblia y comienza a leer los evangelios para que conozcas a Jesús y descubras cuando grande es el amor que tiene para nosotros.

Si tienes dudas, escríbeme y con gusto te respondo:  pescadordecorazones@gmail.com

También te invito a que visites mi blog de relatos inspirados para inspirar:  http://pescadorcorazones.blogspot.mx/

En la vida habrás de tomar muchas decisiones, pero esta ha sido la más importante.



Pablo Monlezun

No hay comentarios:

Publicar un comentario